La esencia de un estilo de vida que no necesita alardes Imagina esto: una puerta entreabierta, la brisa de media tarde que entra sin pedir permiso, el aroma a jazmín mezclado con salitre… y una casa blanca, sencilla y serena, perfectamente integrada en el paisaje. No hace falta más para saber que estamos en el Mediterráneo. En Valencia, ese espíritu se vive en cada rincón. No es una moda, ni...