Este adosado reformado en Torre en Conill con vistas al golf no solo ofrece espacio y comodidad, sino también algo difícil de encontrar: la calma visual y emocional que aporta mirar al campo abierto desde tu salón. Desde el momento en que se cruza la puerta, uno percibe el equilibrio entre elegancia y funcionalidad.
Distribuida en tres plantas, la vivienda cuenta con 275 m² construidos y una distribución pensada para el día a día, pero también para los momentos de pausa. En la planta principal, el salón comedor se abre con naturalidad a la terraza privada, conectando el interior con la zona común ajardinada. Esa transición entre lo doméstico y lo exterior es suave, casi imperceptible… y muy agradable.
La cocina, completamente reformada, mantiene una estética cuidada y atemporal. Además, incorpora una galería independiente que aporta funcionalidad sin romper con la armonía del conjunto.
Subiendo a la planta superior, encontramos tres dormitorios que miran al descanso. El principal, con baño en suite y vestidor, invita a empezar y terminar el día con comodidad. Los otros dos dormitorios comparten otro baño completo, todos bañados por luz natural.
La tercera planta sorprende con una buhardilla espaciosa, versátil y luminosa: puede ser estudio, sala de juegos, zona de lectura o lo que necesites en cada etapa de la vida.
En el sótano, un garaje con espacio para dos vehículos y dos trasteros completa la propuesta.
Este adosado reformado en Torre en Conill con vistas al golf forma parte de una urbanización con vigilancia 24 horas, lo que suma tranquilidad a una ubicación ya de por sí privilegiada. Vivir aquí es disfrutar del silencio, del verde y de un estilo de vida más sosegado, sin renunciar a nada.
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