por Trececasas Los cuadros son elementos de decoración clásicos. Nunca pasan de moda, pero sí cambian las tendencias. Son, sin duda, un recurso decorativo ideal para dar vida a cualquier pared.
Los hay de todos los tamaños, tipos, colores y diseños. Se adaptan perfectamente a todas las estancias. Hoy dedicaremos este post a repasar cada uno de los aspectos a tener en cuenta a la hora de colgar cuadros en una habitación:
El estilo: ¿Qué tipo de decoración predomina en tu estancia? Puede ser moderna, minimalista, clásica, vintage, barroca, sobria, oriental, etc. Tus cuadros deben seguir la misma línea estética para que guarden cierta coherencia. Pero tampoco está mal arriesgarse un poco. Si tu habitación no tiene mucha decoración, o predomina sólo un color, puedes fusionar estilos.
Los colores: La combinación de colores que predominen en la habitación es muy importante. Hay que tratar de escoger tonalidades que estén en armonía con el resto para que no desentonen.
El tamaño: En un habitación pequeña, es recomendable utilizar pocos cuadros. Si es amplia y luminosa, es posible optar por algunos más grandes con diseños y colores llamativos.
¿Dónde colocarlos?: ¿Quieres que destaquen? Colócalos centrados y en paredes sin decoración ¿Prefieres combinarlos entre sí y darles personalidad? Utiliza dípticos y trípticos. Utiliza tu creatividad.
El marco: Aunque no lo parezca, el marco juega un papel importante en el cuadro, de hecho, puede cambiar por completo su físico. En su versión más elegante o de inspiración rústica, un marco metálico o incluso sin marco. Y además del tipo de material, también debes tener en cuenta el estilo y grosor.
